El viejo movimiento English-Only —que en Long Island, Nueva York, estuvo vivo a principios de los 1990’s, encabezado por el ahora ex congresista Peter King— estaba muerto, pero entonces llegó el presidente Donald Trump y lo revivió con una orden ejecutiva que declaraba que el inglés sería, a partir de ahora, el idioma oficial de Estados Unidos.

Jacob G. Hornberge

Esa orden ejecutiva bien podría pasar a la historia como uno de los decretos más disparatados de Trump. Pero bueno, miremos lo positivo: Al menos (por ahora) no convirtió en delito grave, con multas y penas de cárcel, a quien sea sorprendido hablando una lengua extranjera en suelo estadounidense. Eso no sólo habría sido una característica tiránica más del estado policial fronterizo de Estados Unidos, sino que también habría agra

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