Por Kit Maher, Donald Judd y Kevin Liptak, CNN
Para el presidente Donald Trump, la llamada telefónica del lunes con el presidente de Rusia Vladimir Putin representó un acontecimiento trascendental, destinado a confirmar la disposición de su homólogo a poner fin al conflicto en Ucrania.
Para Putin, pareció un evento mucho menos trascendental. A diferencia de Trump, quien mantuvo la conversación de dos horas desde la Oficina Oval y adelantó la llamada con mayúsculas en redes sociales, Putin no tenía libre su agenda. Llamó desde una escuela para niños superdotados en el balneario de Sochi, en el mar Negro, y le hizo un hueco a Trump durante un recorrido por las instalaciones.
Después, quedó claro que cada uno consideró la llamada con diferentes niveles de importancia. Mientras Trump procla