WASHINGTON – Hace menos de un año la imagen de Elon Musk estaba fuertemente ligada a los autos eléctricos, la red social X y la exploración espacial. Pero esa representación dio un giro drástico con la campaña presidencial y el posterior inicio del gobierno de Donald Trump.

El magnate comenzó a aparecer usualmente sobre escenarios con una motosierra -emulando al mandatario argentino, Javier Milei-, prometiendo contribuir con fuerza al recorte del gasto público.

La Casa Blanca lo puso al mando del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), donde Musk dio que hablar. Despidió a alrededor de 121.000 empleados, desmanteló varias agencias federales y suspendió programas de ayuda internacional. Lo ahorrado, según medios como The Washington Post, llegaría a cerca de US$9.300 millones.

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