Reino Unido ha dado un giro histórico en cuanto a su postura sobre el Sáhara, al afirmar que apoya que se convierta en una autonomía marroquí, y uniéndose así a Alemania, Francia y España. Ha sido el ministro británico de Exteriores, David Lammy, quien ha dicho que el plan marroquí de autonomía para el Sáhara Occidental es la base "más creíble, viable y pragmática" para resolver el conflicto sobre la excolonia española.

En una comparecencia conjunta con su homólogo marroquí, Naser Burita, en Rabat, Lammy ha señalado que su país actuará a nivel "bilateral, económico e internacional" en base a esa posición, tras lo que ha subrayado que Londres es consciente de "hasta qué punto el Sáhara es importante para Marruecos".

El ministro británico ha renovado su apoyo a los esfuerzos llevados a

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