El afecto y la calidez de una madre durante los primeros años de vida pueden proteger la salud de sus hijos en la adolescencia, al moldear cómo perciben su entorno social, sugiere una investigación publicada en JAMA Psychiatry.

Un estudio conducido por la escuela de medicina de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) analizó datos de sobre 8,500 niños británicos y concluyeron que aquellos que recibieron más afecto materno a los tres años desarrollaron una percepción más positiva de seguridad social a los 14. Esa percepción, a su vez, se asoció con una mejor salud física y mental a los 17 años.

“La calidez materna ya se había vinculado con beneficios en la salud a lo largo de la vida, pero los mecanismos detrás de esa relación no estaban del todo claros”, explicó la autora prin

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