Por Andrew Freedman, Ella Nilsen y Gabe Cohen

El comienzo de otra temporada de huracanes, que promete estar por encima de la media, encuentra a las agencias meteorológicas y de respuesta a desastres de Estados Unidos más desbordadas que nunca, lo que podría dejar a decenas de millones de estadounidenses en una situación más vulnerable ante estas enormes tormentas.

Tanto la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por las siglas en inglés) como la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) llegan a la temporada con problemas, tras haber perdido a miles de expertos y personal por las reducciones de las plantillas federales decididas por el presidente Donald Trump desde enero.

Muchos de los afectados por los recortes eran expertos en pronóstico meteorológico, atenció

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