Apenas meses después del surgimiento de Fronteras Compasivas ocurrió una de las peores tragedias, el 23 de mayo de 2001, cuando 14 migrantes fallecieron por las altas temperaturas del desierto después de que el traficante los dejó sin agua y otros 12 sobrevivieron tras varios días perdidos en la ruta del 'Camino del diablo'.
La agrupación ciudadana Fronteras Compasivas cumple 25 años de salvar a migrantes indocumentados con estaciones de agua en el desierto de Arizona, una de las rutas más peligrosas en la zona limítrofe con México, en una labor que consideran más pertinente que nunca en la segunda presidencia de Donald Trump.
“Es lamentable que 25 años después aún continuemos poniendo agua en el desierto y aún siga siendo de gran importancia” , dice Robin Hoover, uno de los fundadores