Por Rob Picheta, CNN
Un historiador y agitador populista que alardeaba de sus peleas con barras brava de fútbol ganó por un estrecho margen las elecciones presidenciales de Polonia, en un vuelco político que podría frustrar los esfuerzos del gobierno centrista por deshacer el legado del autoritarismo en el país.
Karol Nawrocki, el candidato alineado con el partido populista de derechas polaco Ley y Justicia (PiS), obtuvo el 50,89 % de los votos, derrotando al alcalde liberal de Varsovia, Rafał Trzaskowski —durante mucho tiempo el favorito para ganar—, en una segunda vuelta cara a cara.
El resultado prolonga los 10 años de ocupación del palacio presidencial que ya lleva el PiS y podría suponer un desastre para el primer ministro Donald Tusk, cuya promesa de borrar las huellas del PiS de