Colton George, un niño de 9 años, de Indiana, se sintió enfermo. Les dijo a sus padres que le dolía el estómago. No paraba de correr al baño y se sentía demasiado mal como para terminar un partido de baloncesto.
Días más tarde, estaba en una cama de hospital, luchando por su vida. La demanda presentada con fecha 17 de abril por sus padres contra un productor de lechugas ante un tribunal federal del Distrito Sur de Indiana asegura que el chico había comido una ensalada contaminada.
La bacteria E. coli, que devastó los riñones de Colton, era genéticamente idéntica a la cepa que, en el otoño anterior, había matado a una persona y enfermado a otras 90, en 15 estados. Las agencias federales de salud investigaron los casos y los relacionaron con una granja que cultivaba lechuga romana.
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