En medio de la conmoción que provocó el ataque con un lanzallamas improvisado en una marcha en Boulder, Colorado, para exigir la liberación de los rehenes de Hamas en Gaza, que dejó 12 heridos, el presidente Donald Trump aprovechó ayer para fustigar una vez más la agenda migratoria de su predecesor Joe Biden por permitir la entrada en Estados Unidos del sospechoso, Mohamed Sabry Soliman, un egipcio que se quedó en el país con un pedido de asilo tras el vencimiento de su visa de turista.

Soliman, de 45 años, dijo a la policía que había planeado el ataque durante un año, que volvería a hacerlo y que su objetivo específico en un centro comercial al aire libre de esa ciudad de Colorado era lo que describió como un “grupo sionista”. El FBI lo catalogó como un “ataque terrorista dirigido”. Soli

See Full Page