LONG BEACH, California. – La vida de Fabián Limas, un padre de tres niños de 33 años y trabajador de la construcción cambió para siempre el pasado 23 de mayo, cuando al salir del trabajo fue baleado por la espalda mientras conducía por la autopista 710.

Esa noche, a la altura del Boulevard Del Amo, Fabián regresaba a casa cuando escuchó un estruendo y sintió un ardor profundo en el pecho. En cuestión de segundos, una bala le atravesó la espalda y afectó ambos pulmones, dejándolo sin movilidad en las piernas.

“Doy gracias a Dios, pues que estoy vivo y me siento agradecido de que todavía puedo usar mis manos para abrazar a mis hijos y mi familia”, dijo Fabián desde la cama del hospital en Long Beach, donde permanece internado desde el incidente.

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