La Unión Europea se prepara para negociar sus objetivos energéticos y climáticos para 2040, un nuevo hito estratégico entre los compromisos de 2030 y la ambición de alcanzar la neutralidad en carbono para 2050 establecida en el Acuerdo de París. En este contexto crucial, más de 300 empresas y asociaciones están haciendo un fuerte llamamiento a favor de un ambicioso paquete de objetivos climáticos, capaz de hacer frente a la emergencia ecológica y reforzar al mismo tiempo la competitividad europea.
Los Estados miembros están preocupados por las enormes inversiones que deberán realizar las industrias y los hogares para alcanzar estos objetivos. Es cierto que será necesario movilizar capital público y privado. Pero el debate debe evolucionar: ya no se trata de cuánto cuesta, sino de cuánto r