No es solo cuánto comemos, sino qué tan procesado está lo que llega al plato. Eso es lo que plantea un estudio reciente liderado por la doctora Leigh A. Frame, investigadora de la Universidad George Washington, en Estados Unidos, al hablar del vínculo entre los alimentos ultraprocesados y el aumento sostenido de la obesidad en el mundo.
El panorama no es menor: según la Organización Mundial de la Salud (OMS), casi el 40 % de los adultos en el planeta tiene sobrepeso. Y no se trata solo de cifras. La tendencia viene acompañada de problemas que ya son parte del día a día en muchas familias: diabetes tipo 2, hipertensión, hígado graso, inflamación crónica …
Lo más delicado, según Frame, está en los aditivos que pasan desapercibidos, como los emulsificantes:
"Pueden alterar el microbiom