
WASHINGTON (AP) — Hace tres décadas, los estudiantes extranjeros en la Universidad de Harvard representaban apenas el 11% del total del alumnado. En la actualidad son el 26%.
Al igual que otras universidades prestigiosas de Estados Unidos, Harvard ha aprovechado su prestigio global durante años para reclutar a los mejores estudiantes del mundo. Ahora, el creciente número de inscripciones de alumnos extranjeros ha dejado vulnerables a las universidades a una nueva línea de ataque del presidente Donald Trump. El mandatario ha comenzado a usar su control sobre las fronteras del país para presionar en su lucha por reformar la educación superior estadounidense.
El ataque más reciente de Trump contra Harvard se apoya en una amplia ley federal con el fin de prohibir que estudiantes extranjeros ingresen al país para asistir al campus en Cambridge, Massachusetts. Su orden afecta sólo a Harvard, y un juez federal bloqueó temporalmente la medida el jueves por la noche. Pero la orden de Trump representa una amenaza para otras universidades a las que su gobierno ha acusado de ser focos de liberalismo que requieren ser reformados.
Esto está sacudiendo a los campus bajo escrutinio federal, incluida la Universidad de Columbia, donde los estudiantes extranjeros constituyen el 40% del alumnado. A medida que el gobierno de Trump intensificó las revisiones de nuevas visas estudiantiles la semana pasada, un grupo de profesores y exalumnos de Columbia expresó su preocupación por los poderes de control que tiene el mandatario.
"La exposición de Columbia a este riesgo de ser blanco de una 'medida decidida con sólo un plumazo' es excepcionalmente alta", escribió la Stand Columbia Society —un organismo dedicado a impulsar la misión de la universidad— en un boletín informativo.
Las personas oriundas de otros países representaron aproximadamente el 6% de todos los estudiantes universitarios en Estados Unidos en 2023, pero sumaban el 27% de los alumnos de las ocho escuelas de la Ivy League, según un análisis de The Associated Press de datos del Departamento de Educación. El 40% de Columbia fue la mayor concentración, seguida de Harvard y Cornell con alrededor del 25%. La Universidad Brown tuvo la menor proporción, con el 20%.
Otras universidades privadas altamente selectivas han registrado tendencias similares, incluida la Universidad del Noreste y la Universidad de Nueva York, cuyas inscripciones de extranjeros se duplicaron entre 2013 y 2023. El crecimiento en las universidades públicas ha sido más moderado. Incluso en las 50 escuelas públicas más selectivas, los estudiantes extranjeros representan aproximadamente el 11% del alumnado.
A medida que la clase media ha crecido en otros países, más familias han podido costear la preparación para exámenes y la orientación para admisiones con el fin de competir por lugares en la Ivy League, observó Rajika Bhandari, quien encabeza una firma de consultoría en educación superior.
"La marca de la Ivy League es muy fuerte en el extranjero, especialmente en países como India y China, donde las familias son extremadamente conscientes de las marcas de las principales instituciones en Estados Unidos y otros países competidores", señaló Bhandari en un correo electrónico.
En las últimas dos décadas, indicó, las universidades estadounidenses han reconocido cada vez más los beneficios del intercambio internacional, considerándolo una fuente crucial de ingresos que subsidia a los estudiantes estadounidenses y mantiene las inscripciones en los campos de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés).
Las universidades estadounidenses han estado abriendo sus puertas a estudiantes extranjeros durante décadas, pero las cifras aumentaron considerablemente a partir de 2008, cuando alumnos chinos comenzaron a llegar a las universidades estadounidenses en números crecientes.
Fue parte de una "fiebre del oro" en la educación superior, indicó William Brustein, quien orquestó la expansión internacional de varias universidades.
"Ya fueras privada o pública, tenías que estar al frente en términos de poder afirmar que eras la universidad más global", agregó Brustein, quien encabezó esos empeños en la Universidad Estatal de Ohio y la Universidad de Virginia Occidental.
La contienda fue impulsada en parte por cuestiones económicas, aseveró. Normalmente los estudiantes extranjeros no son elegibles para recibir ayuda financiera y, en algunas escuelas, pagan matrículas mucho más elevadas que los alumnos estadounidenses. Las universidades también ponían atención a las clasificaciones globales que daban un impulso a las escuelas si reclutaban un mayor número de estudiantes y académicos extranjeros, explicó.
Algunas universidades más ricas —incluida Harvard— ofrecen ayuda financiera a estudiantes extranjeros. Pero los alumnos que ingresan a esas universidades de primer nivel en Estados Unidos a menudo tienen los medios para pagar tasas de matrícula más altas, apuntó Brustein. Eso proporciona un incentivo adicional para inscribir a más alumnos extranjeros, añadió, lo que permite ahorrar más dinero para becar a estudiantes estadounidenses.
Pero la expansión de las inscripciones de extranjeros no fue igual en todos los tipos de universidades. A menudo las universidades públicas enfrentan presión de los legisladores estatales para limitar la inscripción de extranjeros y mantener más plazas abiertas para los residentes del estado. Las universidades privadas no enfrentan esa presión, y muchas reclutaron enérgicamente a estudiantes extranjeros mientras sus inscripciones de estudiantes estadounidenses se mantenían estables. La tasa de asistencia universitaria entre los alumnos estadounidenses ha cambiado poco durante décadas, y algunos se han desanimado de ir a la universidad debido a los costos crecientes y la carga de tener que reembolsar una deuda estudiantil.
Los defensores del intercambio de alumnos con otros países dicen que los estudiantes extranjeros inyectan miles de millones de dólares a la economía de Estados Unidos, y tras graduarse muchos apoyan a la industria tecnológica del país y otros campos que necesitan trabajadores calificados. La mayoría de los estudiantes internacionales estudian en los campos STEM.
En la Ivy League, la mayor parte del crecimiento de alumnos extranjeros ha sido a nivel de posgrado, mientras que las cifras de licenciatura han visto aumentos más modestos. Los estudiantes extranjeros de posgrado constituyen más de la mitad de los alumnos en las facultades de gobierno y diseño de Harvard, al igual que en cinco de las facultades de Columbia.
La población de estudiantes extranjeros de licenciatura en Harvard aumentó en aproximadamente 100 alumnos de 2013 a 2023, mientras que los números de posgrado se incrementaron en casi 2.000. Parte de ese crecimiento puede explicarse por la creciente competencia global a nivel de posgrado, indicó William Kirby, un historiador de Harvard que ha escrito sobre la evolución de la educación superior.
"Si no reclutas a los mejores estudiantes a nivel internacional en tus programas de posgrado más importantes, particularmente en ciencia e ingeniería, entonces no serás competitivo", expresó Kirby.
La Ivy League ha podido superar a otras escuelas en gran parte debido a su reputación, apuntó Brustein. Recuerda haber efectuado viajes a China e India, donde habló con familias que podían recitar dónde se ubicaba cada escuela de la Ivy League en las clasificaciones mundiales.
"Ese era el becerro de oro para estas familias. Realmente pensaban: 'Si pudiéramos entrar a estas escuelas, el resto de nuestras vidas será un camino fácil'", recordó.
La semana pasada, Trump indicó que pensaba que Harvard debería limitar el número de sus estudiantes extranjeros a aproximadamente el 15%.
"Tenemos personas que quieren ir a Harvard y otras escuelas, (y) no pueden entrar porque tenemos estudiantes extranjeros allí", declaró Trump en una conferencia de prensa.
La universidad indicó que la medida más reciente de Trump de prohibir la entrada al país para asistir a Harvard era "otro paso ilegal de represalia tomado por el gobierno en violación de los derechos de Harvard respaldados por la Primera Enmienda" de la Constitución.
En una demanda que impugna el intento previo del gobierno de Trump de bloquear el acceso a Harvard a estudiantes extranjeros, la universidad indicó que su población de alumnos provenientes de otros países era el resultado de "un proyecto meticuloso de décadas" para atraer a los estudiantes internacionales más calificados. Perder el acceso a las visas estudiantiles dañará inmediatamente la misión y reputación de la escuela, advirtió.
"En nuestra economía global interconectada", subrayó la escuela, "una universidad que no puede dar la bienvenida a estudiantes de todos los rincones del mundo está en desventaja competitiva".
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.