Las autoridades intensificaron su campaña contra las principales universidades estadounidenses, al prohibir los visados a todos los estudiantes extranjeros que debían asistir a Harvard y al amenazar con retirar la acreditación académica a Columbia.
La actual administración pretende someter a estos centros superiores de educación bajo el argumento que sus estudiantes internacionales suponen una amenaza para la seguridad nacional, que ignoran el antisemitismo en sus campus y que perpetúan el sesgo liberal.
Una decisión emitida por la Casa Blanca a última hora del miércoles declaró que la entrada de alumnos extranjeros para comenzar un curso en Harvard quedará «suspendida y limitada» durante seis meses, y que a los ya matriculados se les podría revocar el visado.
«La conducta de Harvard la