Hay peleas que no necesitan promoción exagerada. Se venden solas.
Sean O’Malley contra Merab Dvalishvili es una de ellas. El excampeón más excéntrico del peso gallo se enfrenta a uno de los peleadores más incansables y peligrosos del momento, quien le destronó y hoy detenta el cetro.
Este combate principal en la UFC 316 con sede en Newark, Nueva Jersey, representa un choque de estilos. Una batalla de filosofías. Pero, sobre todo, un examen definitivo para ambos hombres, porque O’Malley se juega su futuro en la empresa, mientras que Dvalishvili pone en juego su corona.
No se puede negar que O’Malley es talentoso. El tipo de peleador que en otro tiempo habría sido comparado con Anderson Silva por su capacidad de anticipar, contraatacar y crear ángulos imposibles.
Su precisión, su varieda