Lo que empezó como una alianza de alto voltaje terminó en divorcio público, con insultos cruzados, amenazas de sabotaje y un Congreso mirando con cara de “¿y ahora qué?”. Trump le dio poder y palco; Musk, dinero y validación. Pero tras la crítica del CEO de Tesla al “Big Beautiful Bill” y sus ataques por X, el presidente activó modo represalia: cancelación de contratos, amenazas con quitar subsidios y un mensaje directo: “Elon está loco”.
Nadie puede decir con certeza si estamos ante una partida de ajedrez 3D, un guion de la WWE o simplemente un choque de egos XXL. Pero como decía el propio Musk hace años: “The most entertaining outcome is the most likely.”
Y aquí estamos: el auto boicoteo republicano lo firmaría un guionista de HBO. Los estrategas de Trump temen que Musk sabotee su lega