“Sin mi no hubieses llegado a la presidencia”. ¿Una bala duele menos? El mensaje de Elon llegó directo al corazón del trumpismo. Musk, el hombre más rico del mundo y hasta hace poco aliado de Donald Trump, desató una tormenta que primero comenzó al criticar el Big Beautiful Bill, el gran proyecto fiscal de la Casa Blanca. Lo llamó una montaña de pork y dijo que traicionaba los principios de reducción de deuda que supuestamente compartían. Trump, acostumbrado a que sus aliados guarden silencio o se vayan por la puerta de atrás, no se lo tomó bien.

Ya nada es color rosa. Desde la Casa Blanca, Trump lanzó una frase que sonó más a despecho que a política: “Estoy muy decepcionado en Elon”. Recordó que Musk “ya no tiene el mismo rol en el gobierno” —su puesto como empleado especial terminó la s

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