Robert Menéndez, exsenador demócrata sentenciado a 11 años de prisión por delitos de soborno y corrupción, logró retrasar su ingreso a la cárcel para estar al lado de su esposa en la boda de su hijastra.
Aunque Menéndez siempre lo negó y, en su momento, trató de culpar a su esposa Nadine Arslanian, el juez de distrito Sidney Stein lo sentenció por 16 cargos de soborno y corrupción.
“Usted tuvo éxito, fue poderoso, estuvo en la cima de nuestro sistema político. En algún momento del camino, y no sé cuándo fue, perdió el rumbo y trabajar por el bien público se convirtió en trabajar por su propio bien”, le indicó el magistrado después de dictarle sentencia.
Los fiscales asignados a su caso presentaron múltiples pruebas para demostrar cómo el exdemócrata de 71 años había conseguido mejora