La Casa Blanca celebró este viernes el regreso a Estados Unidos de Kilmar Ábrego García, el migrante salvadoreño que había sido deportado en marzo a una megacárcel en El Salvador por lo que se calificó como un “error administrativo”.
Su retorno, autorizado tras semanas de presión judicial, le permitirá ahora enfrentar graves cargos por tráfico de personas ante la justicia estadounidense.
La portavoz presidencial Karoline Leavitt afirmó en un comunicado que el regreso de Ábrego no obedece a una reparación por el error cometido, sino a la necesidad de que responda por los delitos que se le imputan, publicó la agencia de noticias Efe.
“La administración de (Donald) Trump seguirá exigiendo responsabilidades a los criminales con todo el peso de la ley”, sostuvo.
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