Una cubana en Miami relata su experiencia laboral en una clínica estética, destacando la falta de proyección y los bajos salarios. Aconseja a inmigrantes usar estos empleos como trampolín y no estancarse.
Una cubana radicada en Miami compartió en redes sociales cómo fue su primer trabajo en Estados Unidos. Se trató de un empleo en una clínica estética donde, según relata, aprendió mucho… pero también comprendió por qué no conviene quedarse allí para siempre.
Cuenta que llegó al país con su formación como doctora en Cuba y, gracias a su título de medical assistant , consiguió empleo. Sin esperar favores ni intermediarios, salió a “tocar puertas” por su cuenta, hasta que una clínica le dio la oportunidad. Allí comenzó a trabajar y vivió, como ella misma describe, un ambiente “demasiado