No hay sector que aproveche los vientos de cola como lo sabe hacer la industria hotelera. En España, las grandes cadenas viven un momento dulce gracias al gran apetito turístico que les ha permitido alcanzar niveles récord en su negocio . No obstante, el techo de su rentabilidad puede estirarse aún más, o al menos de eso se están encargando las startups que llaman a las puertas de grandes y pequeños hoteles con la ambición de sacar brillo a su rendimiento.
"Emprender en el sector hotelero es complicado, ¿cómo ayudas tú a alguien que le va tan bien?" . Esta fue la cuestión que se planteó el empresario balear Eduardo Martinez cuando -junto a Víctor Oliver, Baltasar Estarellas y Ricardo Almeida- dio vida a Tripresale el año pasado con una misión: reducir las cancelaciones hoteleras med