Lagos
En el mercado de Ipaja, en Ayobo, en las afueras de Lagos, la capital comercial de Nigeria, una mujer permanece de pie entre la multitud que espera frente a los coloridos puestos de hierbas, mientras observa con atención los remedios y frascos de pócimas expuestos.
Yemi Ajoke lleva luchando contra una enfermedad debilitante desde que cumplió 53 años el pasado diciembre y, como ya no puede permitirse comprar sus medicinas, ha recurrido a las hierbas tradicionales para tratarse.
"Estoy con hierbas desde hace dos meses porque ya no puedo pagar mis medicinas. Los precios son demasiado altos para una pequeña comerciante como yo", dice Adejoke a EFE.
"Al principio, mis hijos me ayudaban con las medicinas, que solían costar unos 30,000 nairas (17 euros). Ahora cuestan 75,000 (42 euros)