A los 12 años, Pathrycia Mendonça viajaba durante 8 horas en bus con su madre, desde Barquisimeto hasta Caracas, donde asistía a sus clases de violín. Al mediodía, tras una jornada intensa, regresaban a casa en otro trayecto maratónico. Ese sacrificio, repetido semana tras semana, marcó su destino.

“Salía de Barquisimeto a medianoche para llegar a Caracas al amanecer. Iba a mis clases y, al mediodía, regresaba a mi ciudad con mi mamá. Lo hacía cada semana. Para mí, esa fue la clave para estar en la orquesta ahora”, contó a la BBC la joven, que asegura que el cansancio nunca fue un obstáculo.

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Hoy, a los 26 años, esa niña que viajaba en bus representa

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