En la capital colombiana, los mercados campesinos y plazas de mercado se destacan como espacios esenciales donde convergen la riqueza del campo, la identidad cultural y el sabor tradicional. Recorrerlos no solo es una forma de abastecerse de productos frescos a buen precio, sino también una experiencia educativa, patrimonial y profundamente humana.
Así lo destaca Daniel Escudero Gutiérrez, director del programa de Gastronomía y Culinaria de Areandina, sede Bogotá: “Las plazas son mucho más que mercados: son aulas vivas de cultura alimentaria. Allí no solo se compra, se aprende, se recuerda, se conversa. Son un espejo de nuestra diversidad gastronómica y una vía directa para apoyar a los campesinos y comerciantes locales”.
Cinco plazas emblemáticas para conocer
Estas se caracterizan po