El anuncio llegó acompañado de un tono contundente: "Si alguien asesina a alguien en la capital, pena de muerte" , declaró el presidente, argumentando que se trata de una estrategia necesaria para frenar lo que calificó como "una ola de criminalidad fuera de control" . Sin embargo, omitió detalles sobre cómo planea sortear los obstáculos legales en una jurisdicción donde ese castigo fue abolido hace más de 50 años.

Entre los puntos clave de su propuesta:

La medida solo aplicaría inicialmente para Washington DC , no como política federal.

Reconoció que podría generar controversia : "No sé si estemos preparados para ello en este país" .

Insistió en que no hay alternativas: "Es una medida preventiva muy fuerte" .

Mientras tanto, en otro frente, la Casa Blanca prepara lo que d

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