Nueva York está transformando los menús en escuelas públicas, hospitales y programas para adultos mayores, incorporando más alimentos nutritivos y eliminando refrescos dietéticos y colorantes alimentarios. Estos cambios afectan a 11 agencias municipales y a más de un millón de residentes que consumen 219 millones de comidas y refrigerios al año.
El Departamento de Salud y la Oficina de Política Alimentaria del Alcalde actualizaron los Estándares de Alimentación de Nueva York para Comidas y Refrigerios Comprados y Servidos, originalmente aprobados en 2008. Los nuevos estándares buscan reducir enfermedades crónicas como obesidad, diabetes y problemas cardiovasculares, “aumentando el acceso a alimentos saludables”.
Las nuevas normas, que entrarán en vigor el 1 de julio de 2026, amplían las