DE CONFORMIDAD, con los resultados de la Financiación de Vivienda (FIVI) del DANE, en el segundo trimestre de 2025 , los desembolsos totales para compra de vivienda sumaron $2,8 billones, con un crecimiento anual de 18,9%.

Sin embargo, este comportamiento fue especialmente visible en vivienda usada, cuyos desembolsos crecieron 33,5% anual , mientras que la vivienda nueva mostró una variación positiva más moderada de 10,4%. Esto último es relevante en la medida en que es justamente la demanda de vivienda nueva lo que impulsa la producción del sector a futuro.

De acuerdo con Asobancaria, la vivienda usada se consolida como una inversión estable y rentable, ofreciendo flexibilidad en ubicación, acceso inmediato y menores retrasos en la entrega. A pesar de la reducción en los dese

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