(Desde Washington, Estados Unidos) El conflicto entre Estados Unidos e Irán se intensifica y se trasladará a las Naciones Unidas en las próximas semanas. Si el régimen iraní no cancela su decisión de desarrollar armas nucleares antes de mediados de octubre, la ONU podría imponer sanciones severas a Teherán.

El acuerdo nuclear firmado el 14 de julio de 2015 por Estados Unidos, Reino Unido, Rusia, China, Francia y Alemania, conocido como JCPOA, limitaba el programa nuclear de Irán a fines pacíficos. Sin embargo, este acuerdo incluye una cláusula llamada Snapback, que permite a cualquier país firmante solicitar la reinstauración de sanciones si se demuestra que Irán ha violado los términos del tratado.

Recientemente, Alemania, Francia y el Reino Unido enviaron una carta al Consejo de Seguridad de la ONU pidiendo la activación de esta cláusula. El plazo para llegar a un acuerdo se agota, ya que el convenio expira el 18 de octubre. Si no se logra un consenso, Irán enfrentará sanciones globales.

El Consejo de Seguridad, que cuenta con cinco miembros permanentes, tiene la capacidad de vetar resoluciones, pero en este caso, la cláusula Snapback puede ser activada por uno de los signatarios del acuerdo.

El canciller iraní, Abbas Araghchi, advirtió que Irán responderá a lo que considera una "acción ilegal e injustificada" de los tres países europeos, buscando proteger sus derechos e intereses nacionales.

Por su parte, la Casa Blanca, a través del secretario de Estado Marco Rubio, expresó su apoyo a los esfuerzos de Francia, Reino Unido y Alemania. Rubio afirmó que Estados Unidos trabajará con sus aliados y otros miembros del Consejo de Seguridad para reimponer sanciones contra Irán, tal como lo instruyó el presidente Donald Trump.

Rubio instó a los líderes iraníes a tomar medidas inmediatas para evitar que su nación obtenga armas nucleares y a buscar un camino hacia la paz. A pesar de la disposición de Estados Unidos y sus aliados europeos para negociar, es poco probable que Irán acepte desmantelar su programa nuclear militar.

El líder religioso iraní, Ali Khamenei, no ha mostrado señales de querer distender las relaciones diplomáticas con Occidente, lo que complica aún más la situación. La comunidad internacional observa con atención cómo se desarrollarán los acontecimientos en las próximas semanas.