Montevideo, 29 ago (EFE).- Por la tranquilidad de saber que así, llegado el momento, ella y muchos más podrán elegir “si seguir el calvario o no”, la uruguaya Beatriz Gelós, quien padece ELA, lucha por la legalización de la eutanasia en su país.
Ya transcurrieron casi dos décadas desde el día en que, mientras se preparaba para irse al colegio en el que se desempeñaba como profesora de Idioma Español, Beatriz, una mujer por entonces de 52 años, casada y con dos hijos, notó que le pasaba algo.
Se empezó a sentir cada vez más cansada, con dolores en el cuello y en los hombros, sobre los cuales, como recuerda diecinueve años después durante una entrevista con la Agencia EFE, cada mañana sentía que tenía sentado un elefante.
Seguir el calvario o no
“Yo sabía que me estaba viniendo algo muy