Un velo de incertidumbre se cierne sobre la planta de Intel en Chandler, Arizona. Tras el anuncio del gobierno federal de una participación accionaria del 10% en la empresa, la compañía ha notificado el despido de 97 empleados, según documentos presentados ante el Departamento de Seguridad Económica de Arizona. Este recorte, comunicado bajo la Ley WARN, se produce apenas un mes después de una reestructuración que afectó a casi 700 trabajadores.

La adquisición gubernamental, financiada con subsidios de la Ley CHIPS y celebrada por el presidente Trump como un triunfo para la producción nacional de chips, contrasta con la realidad de los despidos. "Ahora controlamos parte de una empresa clave para el futuro de este país," declaró Trump en redes sociales. Sin embargo, la Ley CHIPS, impulsada

See Full Page