El Ozempic, ese medicamento que parece un milagro para algunos, está siendo todo un infierno para otros, pues resulta que sus efectos secundarios no son nada aesthetics y resultaron más problemáticos que el tener un cuerpo grande.

Ozempic es el nombre comercial de la semaglutida, un medicamento desarrollado originalmente para tratar la diabetes tipo 2. Su función principal es imitar a una hormona llamada GLP-1, la cual regula los niveles de glucosa en la sangre y ayuda a que el cuerpo produzca insulina cuando es necesario. Sin embargo, uno de sus efectos secundarios más llamativos es que reduce el apetito y retrasa el vaciamiento del estómago, lo que hace que las personas se sientan llenas por más tiempo. Con esta característica, en pocos años pasó de ser un tratamiento para la diabetes a

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