La Fundación Carmignac, que alberga una colección artística de más de 300 obras, es el epicentro cultural de un enclave poblado de bosques mediterráneos y playas paradisiacas

Ningún lugar de Francia es más francés que Porquerolles. Esta isla, la mayor del archipiélago de Hyères —situado frente a la península de Giens, al sureste del país—, no aspira al cosmopolitismo de las islas griegas o italianas. Los extranjeros que vacacionan aquí son y serán siempre outsiders . Ese bosque en medio del Mediterráneo encarna las tensiones de la mixité , o heterogeneidad social: valor republicano siempre reivindicado, aunque cada vez más en repliegue. En verano, los trabajadores —de Toulon e Hyères— y los turistas conviven con multimillonarios y con la alcurnia de las “viejas familias” del país. U

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