La devoción a Santa Rosa de Lima se mantiene viva más de 400 años después de su muerte, consolidándose como un fenómeno religioso , cultural y social que atraviesa continentes. Cada 30 de agosto , miles de fieles llegan al santuario ubicado en la avenida Tacna, en Lima, para expresar gratitud, solicitar favores o pedir milagros. Esta tradición no solo refleja la fe de los peruanos, sino también la vigencia de un legado que ha cruzado fronteras y se ha expandido hacia Asia y Europa.

La historiadora Ibeth Arias señaló que la canonización de Rosa de Lima en 1671 por el papa Clemente X marcó un hito en la historia religiosa del continente. La proclamó como Patrona principal del Nuevo Mundo, y la Orden Dominica desempeñó un rol clave en la difusión de su culto. Arias destacó qu

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