Un tanto envuelto en suspense de Dani Gómez a cinco minutos del 90 otorgó al Real Zaragoza el primer punto de la temporada y una ingente dosis de alivio que no debería ocultar, sin embargo, las graves carencias de un equipo tan ávido de refuerzos como de buenas decisiones tanto en los despachos como en el banquillo. Porque el equipo aragonés sufrió de lo lindo en Castellón, donde, por momentos , fue un pelele a manos de su adversario, que le perdonó la vida cuando peor estaba y que, cuando más asentado estaba en el campo, castigó su desesperante indolencia en su área. El partido debería servir, además, para que Gabi reflexione y tenga claro con quién quiere jugarse los cuartos. Y, sobre todo, con quién no.
El plan estaba claro. Aguantar, resistir, esperar. Sobre un 5-4-1 con el d