La gestión del agua en la cabecera del Tajo, de donde beben miles de hectáreas de cultivos de la Región , es deficiente, despilfarradora y opaca a la hora de publicar información esencial. Son algunas conclusiones de un demoledor informe elaborado por la Consejería de Agricultura de la Comunidad Valenciana, que está trabajando en una nueva propuesta técnica con el fin de remitirla al Ministerio de Transición Ecológica y parar el recorte del 50% de las aguas transferidas desde los embalses de Entrepeñas y Buendía a los regantes de la cuenca del Segura.
Según el informe, al que ha tenido acceso La Opinión, en los desembalses hacia el Tajo para cubrir las necesidades de los regadíos de diversos municipios castellanomanchegos se llega a desaprovechar de promedio unos 100 hectómetros