Análisis EL NUEVO SIGLO
En septiembre del año pasado, rodeado de altos ejecutivos de las principales petroleras del mundo que asistían al “Climate Forward” en Nueva York, Irfaan Ali defendió el boom petrolero que vive Guyana, el país que gobierna desde 2020 y que este domingo celebra elecciones presidenciales.
“El petróleo es esencial para financiar ambiciosos programas sociales y el desarrollo nacional, con modelos de inversión al estilo de Noruega: mejorar salud, educación e infraestructura”, dijo Ali, quien este domingo debe confirmar en las urnas si los guyaneses respaldan su gestión administrando las regalías petroleras de un país de 800.0000 habitantes que hasta 2016 no estaba muy lejos de Haití, el más pobre de la región.
Ubicado al noreste de Sudamérica, entre Brasil y Ve