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Flamante apertura: Santiago Pérez y Calvin Daniele
La gran mayoría de restaurantes tiene una cocina anónima; es decir, no importa tanto quién está a cargo. Unos pocos, en cambio, van por el camino opuesto: lugares donde la mirada e incluso los caprichos de sus chefs se traslucen en cada plato. Un buen ejemplo es Mambo, apertura que está dando que hablar en la Buenos Aires hipster. Detrás hay dos cocineros, Santiago Pérez y Calvin Daniele. El primero pone la impronta: “Cocino solo lo que me gustaría comer. En cada receta hay parte de mi historia, de mi infancia en Lobos, de mi familia”, cuenta. Claro que esa historia está luego atravesada por las experiencias profesionales de Santiago, con una modernidad que se impone en ingredientes, técnicas, picantes y ácidos.
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