Una práctica de cafetería organizada por el Club Activo Autismo permitió que jóvenes con diferentes neurodivergencias reconocieran sus habilidades y aptitudes en un entorno laboral simulado.

Durante la actividad, los participantes asumieron roles como meseros, cajeros, preparadores de alimentos y “hostess” (anfitriones) , lo que les dio la oportunidad de experimentar un “turno” laboral real.

Las madres de familia coincidieron en que este tipo de experiencias son fundamentales, ya que fomentan la autonomía, confianza y autoestima de sus hijos , además de mostrarles que pueden ser funcionales y competentes en el ámbito laboral.

Cinthia Gabriela Vázquez Cepeda , madre de un niño de 11 años, relató que su hijo disfrutó enormemente al desempeñarse como preparador de alimentos.

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