La devaluación del peso que se aceleró en julio volvió a abaratar relativamente los precios argentinos en comparación al mundo , después de un período donde los valores locales estaban muy por encima en relación a la región, dada la suba de los salarios y los insumos en pesos contra un dólar que se mantuvo estable.

Los precios de los combustibles que se venden al público en las estaciones de servicio (nafta y gasoil) no fueron la excepción, y cayeron en dólares pese a que aumentaron fuerte en pesos en los últimos 50 días.

Según un relevamiento de la industria petrolera argentina, los precios promedio de la nafta sin impuestos en el país quedaron por debajo de la región y apenas por encima de Paraguay, en 0,67 dólar por litro . Se descuentan de la ecuación los casos de Bolivia,

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