Como tantos otros mafiosos de su mismo origen y su mismo oficio, había encontrado refugio en España tras la protección de toda una maquinaria de identidades falsas de las que se sirven los prófugos europeos de la Justicia. Llevaba una vida de turista adinerado pero sin excesos, como hacen también otros criminales de su nivel en la costa mediterránea. Solo que Massimiliano del Vecchio encarna un caso particular: era uno de los miembros más peligroso s de la lista italiana de más buscados, el Elenco dei Latitanti de Massima Pericolositá.
La Guardia Civil ha confirmado este domingo la captura en Barcelona del jefe de una red emergente de narcotráfico, que se había convertido en importante eslabón del crimen organizado al norte de Nápoles , en cuya provincia había entrado en abierta y v