Robert Prosinecki, ícono del futbol balcánico, tuvo un sinfín de momentos increíbles que lo convirtieron en referente de su país.

Con un paso por el Real Madrid, el talentoso zurdo recordó esa etapa de su vida, en la que —pese a tener todos los reflectores— su mente se encontraba únicamente centrada en el bienestar de su familia.

La razón es que observó por televisión la desintegración de la entonces Yugoslavia y el estallido de una guerra que lo obligó a dividir su atención entre los entrenamientos y la angustia por sus seres queridos atrapados en el conflicto.

“Había una guerra muy fea, eso nunca se olvidará. Yo estaba en el Real Madrid y mi familia se quedó en Zagreb. Mis padres no querían irse a España. Siempre estaba pendiente de ellos y preocupado de que atendieran el teléfono. Nu

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