Dos activistas del colectivo Futuro Vegetal llevaron a cabo este sábado una acción de protesta en la fachada principal de la Sagrada Familia, en Barcelona, lanzando polvo tintado de color rojo sobre el icónico monumento. El gesto, que fue rápidamente contenido por el personal de seguridad del templo, pretende denunciar la inacción del Gobierno frente a los incendios forestales que han devastado amplias zonas de la Península Ibérica durante el verano.

La elección del lugar no fue casual. La basílica diseñada por Antoni Gaudí, símbolo de la cultura catalana y Patrimonio de la Humanidad, se convirtió en el escenario de una intervención que busca visibilizar la crisis climática y exigir un cambio profundo en las políticas medioambientales. Según el colectivo, el color rojo representa tant

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