‘El mago del Kremlin’, de Olivier Assayas, basada en el libro homónimo, reconstruye los crueles juegos políticos de poder que llevaron al ascenso del tirano ruso, mientras Jim Jarmusch desmenuza a la familia en ‘Father Mother Sister Brother’
Los tiranos no suelen brillar por autocrítica. Pol Pot, Rafael Trujillo o Benito Mussolini solo concebían un lugar para la discrepancia: bajo tierra. Difícilmente Vladímir Putin estuviera hoy domingo en la proyección de El mago del Kremlin, de Olivier Assayas, en el concurso del festival de Venecia. Su pasado como espía invita a no descartar del todo un camuflaje, aunque el líder ruso tiene asuntos más importantes que atender. O ignorar, como la presión internacional por terminar su invasión de Ucrania . En cualquier caso, lo que se vio en la pant