A lo largo de la historia, varios países han optado por trasladar su capital , una decisión que nunca es sencilla y que suele estar motivada por factores políticos, estratégicos, ambientales o de desarrollo económico. En muchos casos, el traslado responde a la necesidad de descentralizar el poder, evitar la concentración de recursos en una sola ciudad o impulsar regiones que históricamente habían permanecido relegadas .

Un ejemplo claro es Brasil , que en 1960 dejó atrás Río de Janeiro como capital para dar paso a Brasilia, una ciudad diseñada desde cero en el corazón del país. Con este cambio, el gobierno buscaba integrar el interior al desarrollo nacional y dar una señal de modernidad. De forma similar, Nigeria trasladó su capital en 1991 de Lagos a Abuya, con el objetivo de redu

See Full Page