El legendario salsero panameño fue el invitado sorpresa en la residencia del cantante boricua y regaló una noche histórica.
El Coliseo José Miguel Agrelot de San Juan vivió una noche histórica durante la fecha número 23 de la residencia No me quiero ir de aquí de Bad Bunny . El público fue testigo de un encuentro inesperado cuando el ícono panameño de la salsa, Rubén Blades , subió al escenario como invitado sorpresa del “Conejo Malo”.
El ganador de múltiples premios Grammy interpretó junto al artista boricua el tema Baile inolvidable y, posteriormente, deleitó al público con dos de sus himnos: Amor y control y Patria . La ovación en el “Choliseo” confirmó la vigencia de su música y el impacto cultural de su mensaje, que trascendió generaciones.
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