Con el objetivo de dar un espacio seguro a la infancia migrante, activistas y autoridades de Tapachula, Chiapas, inauguraron una estancia que brinda alojamiento y atención integral durante 90 días a menores que buscan protección mientras sus familias realizan trámites migratorios o de asilo.
La directora del centro, Gabriela Rueda Pérez, destacó que el lugar ofrece un entorno acogedor donde los niños pueden aprender, recrearse y estabilizarse emocionalmente, al tiempo que sus familias gestionan su situación legal y laboral.
El albergue tiene capacidad para 300 menores provenientes de países como Cuba, Haití, Venezuela, Brasil, Hong Kong, Francia, Guatemala, Honduras y El Salvador, quienes reciben servicios educativos, recreativos y de alimentación durante la jornada de nueve de la mañana