Hay temporadas que empiezan del revés y ya no se arreglan; todo sale cruz y, de golpe, te encuentras envuelto en un lío inesperado del que no eres capaz de salir. Otras, en cambio, sin un motivo aparente aunque hagas las cosas mejor, se encauzan por inercia, por un gol imposible (Pere Milla ante el Atlético ), un comienzo fulgurante (0-2 ante la Real Sociedad ) o fruto de un partido jugado con madurez, en el que manejas las agujas del tiempo para liquidarlo cuando el rival baja la guardia. Cuando Osasuna se limpiaba las legañas, por ejemplo. Y tú, sin ser muy consciente y sin preocuparte, te instalas en Europa y encandilas a una afición que ve oro donde antes veía carbón y que sueña porque hacerlo es libre, aunque este viaje sea muy largo y desde dentro te digan que habrá muchas pied
El Espanyol es una orquesta de rock and roll
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