Una de las metáforas más conocidas que se ha utilizado en la historia del pensamiento político para referir a la relación gobernantes y gobernados es la del pastor y las ovejas. El problema de esta forma de caracterizar el vínculo político es que los gobernantes, a diferencia de los pastores, no son de una naturaleza diferente a la de los gobernados. Por el contrario, son tan ovejas como las ovejas que deben guiar y, por lo tanto, tienen las mismas virtudes y vicios inherentes a su condición. Una forma de sortear esta dificultad a lo largo de la historia ha sido la de cultivar ciertas aptitudes y cualidades en los gobernantes, de modo tal que, si no es posible evitar sus debilidades, al menos se pueda resaltar sus aspectos más sobresalientes. La Libertad Avanza se jactó de ser una alternat

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