Olga Hirata Ciudad de México / 31.08.2025 13:24:00
El Maratón de la Ciudad de México presume 30 mil corredores oficiales, cada uno con su número, su entrenamiento y su meta. Pero entre la marea de cuerpos y pasos, también hay historias que se corren sin dorsal, que no aparecen en la estadística, pero que se graban en la memoria de quienes las ven.
Ahí estaba Edgar David Ortega, vestido de rojo con antenitas en la cabeza: el Chapulín Colorado del maratón. Desde el 2005 comenzó a correr disfrazado, primero como el Chavo del Ocho, después como el Chapulín. Veinte años después, la tradición sigue, aunque el cuerpo ya le pase factura.
“Corro porque me gusta, porque me encanta. A unque traigo lesiones, el tobillo, las rodillas, la ciática… hoy solo corrí la mitad, pero no me qui